LOS 3 MODOS DE AFRONTAR UN PROBLEMA POR HOMBRES Y MUJERES

El Problema es la actitud ante el problema»

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Hombres y mujeres abordamos de muy distinta manera las emociones. Cómo gestionarlas y en qué lugar colocarlas es tarea de cada uno cuando llega el momento del divorcio, ya que cada uno responde en función del modo en el que viven la vida. Como todo conflicto familiar comienza con una emoción desbordada es fundamental conocer cuál es esa emoción para poder trascenderla y transformarla en algo que favorezca a todos, para ello, es fundamental saber como vive cada sujeto esa situación extraordinaria en su vida.

Aunque pueda parecer que el ser humano no tiene género a la hora de enfrentar un problema, lo cierto es que nuestras pautas de comportamiento son muy distintas según seamos hombres o mujeres. Esas diferencias inciden de forma importante en el tiempo que se tarda en trascender esa crisis y en el modo de dirigirse hacia la solución.

A lo largo de mi vida profesional he observado tres factores que diferencian al hombre y a la mujer a la hora de afrontar una crisis:

1.- Modo de vivir la vida:

  • Las mujeres viven hacia el exterior lo que significa que necesitan sentirse necesitadas e indispensables por lo que hacen las cosas para los demás. Son «felices» cuando la gente a la que ellas quieren están bien con ellas, es decir, si su alrededor está bien.
  • Los hombres viven hacia el interior lo que significa que necesitan sentirse reconocidos y admirados. Lo colocan todo dentro de ellos y son felices cuando cumplen los objetivos que se ha propuesto.

2.- Modo de disfrutar la vida:

  • Los hombres disfrutan en base a la consecución de los objetivos.
  • Las mujeres disfrutan en base a proyectos de vida.

3.- Modo de comunicación:

Existe un estudio realizado sobre la cantidad de palabras que utilizamos al día hombres y mujeres. La diferencia es abrumadora ya que mientras las mujeres emplean unas 17.000 palabras al día, el hombre solo consume 10.000 y que más de la mitad se producen antes de llegar a casa.

  • Las mujeres necesitan hablar para resolver los conflictos ya que les preocupa no tener resueltos los problemas que se suscitan en el seno de su familia.
  • Los hombres necesitan obtener la admiración social y familiar por esta razón no hablan de sus problemas hasta que los tienen resueltos, lo que les produce un gran desasosiego a la hora de vivir un problema, pues lo llevan guardado en el interior.

Sin embargo estos «modos» de afrontar la vida nos mantienen en una cárcel. Las causas de dicho actuar son las siguientes:

1.- Las mujeres llevan dentro un profundo programa de DESVALORIZACIÓN, son siglos de desvalorización los que arrastran, y es por ello que actúan como he dejado reflejado más arriba. Siempre actúan sintiéndose inferiores lo que provoca que salten a la defensiva en  conversación incómodas.

2.- Los hombres cargan con una memoria de DOLOR PROFUNDO, han sido educados para no expresar sus emociones, fueron educados escuchando que “llorar es de niñas”. Les cuesta expresa sus miedos, sus tristezas ya que están castrados emocionalmente, lo que provoca que la comunicación no sea verídica en todo momento.

M. Ángeles Puche Aguilera

Abogada experta en Derecho de Familia

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Publicado por AngelaCorrea

Encontramos la luz de las personas haciéndolas entrar en las tinieblas de sus pensamientos. A través de la magia de las palabras, los seres humanos descubrimos quienes somos y qué estamos dispuestos a hacer. Incluso nos hacemos conscientes de que podemos cambiar todo aquello que precisemos cambiar. Somos eso: palabras creadoras

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